¿Cómo mejorar la calidad de una base de datos online?

Mejora la información que obtienes en tus formularios en Internet

Necesidades a cubrir

Gracias a las nuevas tecnologías, hoy en día las empresas recogemos información de personas que se registran en nuestras páginas web, que compran o que acceden a promociones sobre nuestros productos. Estos datos, los introducen los propios usuarios a través de formularios online y la calidad de la información recogida es deficiente y permite una explotación muy pobre de cara a conocer a nuestros usuarios.  

Lo que más solemos recoger es el dato  email, en algunos casos la edad y la zona geográfica donde vive la persona. El motivo de no recoger más datos es que si les pedimos demasiada información, entonces rechazan dejar sus datos. Es importante, encontrar el punto de equilibrio.

El resultado es que posteriormente, cuando queremos segmentar las comunicaciones y enviar mensajes personalizados para captar mejor la atención y obtener mayor respuesta, no podemos hacerlo. El motivo es que nos faltan variables de segmentación: No sabemos si es hombre o mujer, si tiene familia o vive solo, si tiene interés en ropa, en productos del hogar, vehículos, viajes, etc.

El reto es conseguir más información sobre ese usuario. Veamos la forma de conseguirlo.

 

¿Cómo se puede solucionar?

Lo primero que se debe realizar, es recoger más datos en el momento de la compra, es el mejor momento para acabe de facilitarnos datos clave. Se le pide la dirección, teléfono, fecha de nacimiento, sexo y aprovechamos para recoger los datos que sean relevantes para nuestro negocio. Podemos incluir algunas preguntas sobre sus intereses.

Como es lógico, quedará una parte importante de la base de datos que todavía no se ha convertido en cliente y que necesitamos conocer mejor y tener más datos.

Lo primero que podemos hacer es tratar el nombre y apellidos de las personas. A través de un proceso informático mediante expertos, podemos separar el nombre y los apellidos. A partir de ahí, asignarán sexo  a las personas. Se trata de normalizar y enriquecer con la variable sexo. Hoy en día, empresas como la nuestra puede realizar este tratamiento incluso a nivel internacional.

También se pueden tratar la dirección, código postal, localidad y verificar que el email cumpla con las normas básicas para ser enviado. También se puede llegar a verificar que el email exista.

Si tenemos la dirección de la persona, también podemos realizar procesos externos para añadir información como el nivel socio, la probabilidad que tenga estudios universitarios, esté trabajando o parado, si es empresario o asalariado, el tipo de vehículo que más se consume en la zona donde vive, etc.

El siguiente paso es recoger información a través de cómo reacciona la persona cuando recibe nuestros mensajes. ¿De qué forma podemos hacerlo? Para ello, necesitamos una buena aplicación de gestión de envíos que nos permita identificar cómo reacciona cada destinatario cuando recibe nuestro mensaje.

Pongamos un ejemplo, si enviamos una campaña donde en el asunto de la campaña promocionamos productos para niños, habrá personas que abrirán el mensaje, aunque no compren todavía, y habrá otras personas que no abrirán el mensaje. A partir de ahí, podemos saber quiénes son los que sí les ha interesado ese contenido y añadir esa información a nuestra base de datos. No tenemos la certeza absoluta que tengan niños, pero sí que tenemos altas probabilidades que realmente los tengan o por lo menos, sabemos que el contenido de niños les interesa. Pensemos que también automáticamente se nos ha generado una nueva variable de segmentación, que es la de aquellas personas que no han mostrado interés a los productos para niños. También podemos recoger ese dato, y en siguientes envíos probar otros productos de nuestro porfolio, hasta despertar su interés.

Lo mismo ocurre con el contenido interior del mensaje, si hemos introducido links sobre diferentes temas en nuestro documento, podremos también conocer los intereses de todas las personas que clicken encima de cada enlace y posteriormente añadir esa información a nuestra base de datos. Los usuarios que continuadamente no reaccionan (no abren nuestros mensajes), es importante identificarlos. Llegará un día en que habrán generado únicamente coste de almacenamiento, mantenimiento y envío, pero nunca habrán generado ingresos. Nos hemos de plantear si vale la pena continuar enviándoles información o dedicar esos recursos a conseguir nuevos usuarios. Además los ISPs (yahoo, Gmail, Hotmail) penalizan la entrega de los anunciantes que contienen un exceso de direcciones erróneas o que no reaccionan a nuestros envíos, lo que puede conllevar que te pongan en la bandeja de SPAM.

Si tenemos la herramienta de gestión de envíos adecuada y la disciplina para ir recogiendo la información que genera a través de las campañas que vamos realizando, cada vez tendremos más información sobre nuestros usuarios, los conoceremos mejor y podremos enviarles mensajes para captar su atención y generar ventas.