La mayoría de las innovaciones fracasan. Y las compañías que no innovan desaparecen

Henry Chesbrough Con una tasa de fracaso que suele alcanzar el 90% en el lanzamiento al mercado de nuevos productos y servicios, se hace necesario cuestionarnos si los profesionales del marketing tienen las herramientas necesarias para el conocimiento del consumidor.

Las palabras de H. Chesbrough son reveladoras de una realidad con tintes apocalípticos, pero parece que no todo está perdido. En su libro “Innovación Abierta”, nos abre los ojos en líneas generales, pero no da la solución, que pasa por adoptar nuevas disciplinas fruto de IT incipiente.

No existen formulas secretas para acertar con la innovación precisa que catapulte nuestro negocio o startup. La capacidad innovadora de una empresa es un proceso de cultura que hay que adquirir y desarrollar en el tiempo para mejorar la capacidad de los departamentos de marketing a la hora de identificar nuevas oportunidades.

Acercándonos más al futuro, es imprescindible aprender a innovar en los actuales y futuros entornos Digitales, por ello se hace imprescindible tener claros estos pasos básicos: prestar atención a las señales sobre potenciales oportunidades para innovar en nuestro sector, diseñar las actividades clave para la incorporación de la innovación, impulsar el potencial creativo en nuestra organización, tener un enfoque metodológico adecuado, hacer partícipes a nuestros clientes (B2B-B2C), búsqueda de las herramientas propias o de colaboradores para la práctica de la innovación en el entorno Digital, conocer las posibles fuentes para financiar nuestra innovación a modo de seguro, generar un plan de implementación y medir el ROI.

¿Cómo establecer esta cultura y atender a estos pasos?

No es fácil, cada búsqueda es diferente, no se puede copiar, hay que aprender, conocer, estudiar, implementar, ensayar y un largo etc. Pero tranquilos, que ya existen entidades que están adoptando programas para ayudarnos a que la “Innovación” no sea una moneda al aire.

En ICEMD, fieles a su músculo docente se están impulsando estas disciplinas, materializadas en cursos como el de «Innovación en la Economía Digital”, para ayudar a las empresas a incorporar en sus procesos la innovación como una “cultura” mas allá de una disciplina.